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miércoles, 10 de abril de 2013

CULTURAS COLOMBIANAS.



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LOS MUISCAS

Esta es la famosisima balsa muisca hecha en oro.


Los muiscas constituían y constituyen una sociedad agrocerámica y manufacturera perteneciente a la región andina del norte de Suramérica. La manera de organización política ya descrita los hacía una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de los muiscas a la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, más aún porque la Confederación chibcha no era otra cosa que la máxima representación político-organizativa de una cultura y una familia lingüística mayor. El estudio de la cultura muisca es motivo de permanente investigación y ello contribuye en parte a entender la identidad del colombiano.

El territorio de los muiscas abarcaba las cuencas y valles del río Bogotá hasta Ten; del río Negro hasta Quetame, el Guavio hasta Gachalá, de Garagoa hasta Somondoco, de Chicamocha hasta Soatá y del río Suárez hasta Vélez. No existe un acuerdo sobre cifras de población, pero los conquistadores son enfáticos en destacar la multitud de los indígenas.
Vista desde lo alto del cerro de Suba, la sabana de Bogotá presentaba una amplia zona pantanosa rodeada por una llanura cubierta de pastos y vegetación baja. En ella se destacaban numerosas aldeas: Suba, Tuna, Tibabuyes, Usaquén, Teusaquillo, Cota, Engativá, Funza, Fontibón, Techo, Bosa, Soacha y palacios compuestos por bohíos rodeados por dos o tres empalizadas concéntricas, semejantes a los alcázares árabes del sur de España. 

Culto solar
Si bien no era un calendario muy preciso, los muiscas conocían el solsticio de verano (el día más largo del año, que cae en el 21 de junio). Esa era la fecha indicada para rendir culto a Xue (el dios Sol). El templo de Sue estaba en Sogamoso, la ciudad sagrada del sol y sede del iraca (sacerdote). De ese culto viene el nombre de la ciudad: Suamox o Sugamuxi. Una procesión de la corte del zipa se dirigía al Templo del Sol y el día era motivo de gran fiesta y alegría entre el pueblo quienes se pintaban el cuerpo y se embriagaban con chicha. Se hacían ofrendas a Sue para pedir por la bendición de las cosechas anuales. También era el único día en el cual la gente podía ver al zipa

LOS SINÚ O ZENÚ

Nariguera sinú o zenú.

La cultura Sinú o Zenú estuvo conformada por agricultores, pescadores, comerciantes, orfebres y tejedores. Los españoles exterminaron casi por completo a los indígenas Sinú a causa de su oro. Se destacaron por el desarrollo de la técnica de la filigrana en la construcción de sus adornos de oro. Construyeron un sistema hidráulico, que hoy en día sorprende a la ingeniería moderna, ya que les permitió tener sus cultivos y construir sus viviendas, a pesar de las inundaciones anuales de los ríos Sinú y San Jorge.

Hace 6000 años, un grupo de gente se estableció junto a la quebrada de San Jacinto, en el norte del país, conformando la cultura Sinú.
A la llegada de los españoles, la cacica Zenufana se llamaba Tota y el Zenufana era Nutibara, quien opuso bastante resistencia y les tendió celadas.
El primer conquistador que incursionó en el Zenú fue Juan de la Cosa en 1510. Murió en un fuerte enfrentamiento con los indígenas Turbacos, quienes finalmente fueron vencidos por Pedro de Heredia, en 1533.

ORFEBRERÍA
Los orfebres elaboraron las piezas de oro por martilleo sobre yunques de piedra. Calentaban las láminas al rojo vivo y luego las enfriaban para seguir martillando.
Los diseños repujados se lograban con cinceles y punzones. (Museo de Oro Zenú del Banco de la República en Cartagena). Se representaron aves acuáticas, caimanes, anfibios, peces, felinos, y venados principalmente en remates de bastón y colgantes, emblemas relacionados con la autoridad y asuntos religiosos.

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CULTURA TAYRONA


Esta imagen representa un chamán con dos cetros, un gran ornamento nasal y un sombrero alto con dos tucanes.

Los taironas son un grupo indígena que habita en los departamentos colombianos de Magdalena (departamento), de La Guajira y de Cesar, en la cara norte de la Sierra Nevada de Santa Marta, incluyendo las cuencas de los ríos Guachaca, Don Diego, y Buritaca y la zona baja costera comprendida dentro del Parque Nacional Natural Tayrona. Se trata de un grupo de filiación lengua chibcha. Se presume que el nombre tairona pueda estar relacionado con los términos teyuna, teiruna que se han encontrado en varias lenguas de los pueblos indígenas que aún sobreviven en la sierra de Santa Marta, todos ellos de filiación chibchana.

ORFEBRERÍA

En el área de la orfebrería los tayronas tenían un papel principal, pues desarrollaron bastante técnicas como:
  • la cera perdida, que consistía en hacer moldes de barro rodeando una figura de cera, que se derretía después de calentar el empaque de barro. Luego de sacar la cera derretida, el orfebre vertía el oro líquido en el espacio dejado por la figura de cera, posteriormente esperaba a que se solidificara y rompía el molde para sacar la figura deseada.
  • la tumbaga, una aleación de cobre y oro que permitía ahorrar recursos y derretir más fácilmente el oro.
  • tratamientos para mejorar la calidad del oro, como calentarlo hasta la oxidación del cobre y luego sumergirlo en agua helada para conseguir una pátina permanente de oro y evitar que la pieza se cuartease. Finalmente el proceso terminaba con el lijado de la pieza hasta que llegara a la perfección.
Se cree que varias de estas técnicas fueron desarrolladas por los muiscas y exportadas al pueblo tayrona. A su vez, a estos también se les considera exportadores de técnicas de orfebrería e hilados: mientras la mayoría de las primeras obras muiscas parecen toscas y mal terminadas (aun cuando la calidad del oro es superior), las tayronas son técnicamente perfectas. La técnica de la cera perdida mejoraba la estética de las obras, por lo que los muiscas prácticamente abandonaron el método del repujado directo, que además de inexacto le restaba vida útil a la pieza (por el riesgo de cuartearse), y que también restringía las obras a láminas, ya que repujar sobre el oro bruto es casi imposible. A su vez, los tayronas, al aprender métodos como la inmersión de la pieza en agua, mejoraron sustancialmente la calidad del material y la belleza del ornamento.

LOS ARHUACOS



Esto es una pieza de su cultura y su economía.
Los arhuacos, ika o ijka son un pueblo amerindio que habita la vertiente meridional de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, de filiación chibcha. En 2005 eran 22.134 personas, que hablan su propia lengua.
El término lenguas arhuacas se aplica también a un subgrupo de lenguas chibcha formado por el ika, el kogui, el damana hablados actualmente y a otras lenguas extintas del norte de Colombia. Este término no debe confundirse con el término arahuaco que se aplica a otros pueblos de la región que no tienen nada que ver con las lenguas chibchas arhuacas.

CULTURA QUIMBAYA


Los antiguos habitantes de la región Quimbaya, desaparecieron hacia el siglo X y es muy poco lo que se sabe de ellos. Por la tecnología orfebre y la perfección de sus objetos se puede inferir que esta cultura tenía un desarrollo cultural avanzado, correspondiente a un cacicazgo.
Desde tiempos aún no determinados con exactitud, hasta aproximadamente el siglo décimo de la era en que vivimos, la cultura Quimbaya habitó el amplio valle medio del río Cauca, región que hoy ocupan los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda.
Bien sabido es que los Quimbayas explotaban yacimientos auríferos en su territorio y trabajaban este metal con avanzadas técnicas metalúrgicas. Sus joyas, de gran acabado y hermosura, lucen hoy en museos arqueológicos de Colombia y el exterior.
La cerámica fue importante en el desarrollo de estos pueblos. Se han encontrado muestras de cerámica de diferentes estilos y diversa decoración lo que indica la influencia de otros grupos indígenas; es la representación artística más notable de los depósitos arqueológicos de Caldas, Quindío y Risaralda, no solamente por la belleza de sus formas, sino también por la magnífica técnica de fabricación y por la gran variedad de estilos y formas decorativas.
Esta sociedad realizó una lujosa orfebrería, catalogada bajo el apelativo de "Quimbaya Clásico", reconocida universalmente por su perfección técnica y por la belleza de sus diseños. Como el oro no abundaba allí como en las otras regiones de la Colombia Precolombina, se vieron obligados a usar aleaciones y virtualmente crearon una combinación metálica de oro y cobre conocida como "tumbaga", una proporción de 30/70, donde el oro conserva su color, maleabilidad y nobleza, y el cobre alarga su cuerpo físico, dándole a las piezas gran viveza y tonalidad.


LOS PIJAOS


Los pijaos son un conjunto de pueblos amerindios de Tolima y otros territorios aledaños en Colombia. También llamados Natagaimas, Coyaimas
En tiempos precolombinos poblaron la Cordillera Central de los Andes entre los nevados del Huila, del Quindío y del Tolima; el valle alto del río Magdalena y el alto Valle del Cauca en la actual Colombia. Los pijao no llegaron a formar estado centralizado, manteniéndose como pueblos federados.
Los Pijaos fueron una federación tribal que compartía características culturales y lingüísticas y mantenían relaciones sociales y económicas principalmente con los pueblos Coyaimas y Natagaimas(Triana,1990).                                     
Los procesos de Conquista y Colonia, eliminaron a sus  figuras de autoridad espiritual, cultural y militar, los mohanes, quienes según el mito de origen se resguardaron en las fuentes de agua salada, y a sus guerreros. A finales del siglo XIX lucharon por sus tierras y a mediados del siglo XX las perdieron casi en su totalidad, en la actualidad bajo la preocupación de haberse asimilado a la población mestiza llevan a cabo procesos de reetnización.